La polémica por la detención de militantes kirchneristas acusados de tirar bosta en la casa de José Luis Espert puso en el foco de las críticas a la jueza Sandra Arroyo Salgado, a quien en tribunales ya empiezan a mirar de reojo y la acusan de sobreactuar en busca un cargo más importante.
Arroyo Salgado es la titular del juzgado federal de San Isidro y aprovechó el escrache a Espert para levantar el perfil con una serie de detenciones y allanamientos a militantes, apoyada por Patricia Bullrich. La jueza hace trascender a algunos medios que investiga un caso más complejo que un simple hecho que para el peronismo no pasa de una contravención.
En la Cámara Federal hay estupor por las detenciones de Arroyo Salgado y no pueden creer hasta dónde está yendo con este caso, según contaron a LPO desde los tribunales de Comodoro Py. Es por eso que algunos ya la llaman la nueva Bonadio, en referencia al fallecido juez que cruzaba algunos límites con tal de avanzar contra el kirchnerismo.
Una explicación que encuentran en Tribunales es que Arroyo Salgado busca ganar centralidad y quedar bien con el gobierno de Javier Milei. El cálculo es que a partir del recambio legislativo de diciembre se reactivarán las negociaciones por cargos judiciales clave y la jueza quiere quedar en la pole position.
La versión es que a Arroyo Salgado le tienta ser Procuradora General de la Nación, un cargo que está vacante desde el gobierno de Mauricio Macri. Para ser jefa de los fiscales, la jueza necesitaría dos tercios del Senado, hoy imposible en una Cámara alta controlada por el Congreso. Otros cargos importantes que se pondrán en negociación serán los lugares vacantes en la Corte Suprema y la defensoría general.
Arroyo Salgado es una jueza que estuvo siempre cruzada con la política. Desde sus inicios siempre se la vinculó con el exespía Antonio Stiusso, de quien en los últimos años se habría distanciado. Ahora, comentan en los tribunales, es una asidua de la Embajada de Estados Unidos.
Un dato de color que también mencionan en Comodoro Py es que, en la búsqueda de levantar el perfil político, Arroyo Salgado levantó notoriamente su presencia en los cocktails del Círculo Rojo. «Va a todos», dicen en los tribunales, donde explican que en general los jueces eligen ir sólo a los más importantes.
Arroyo Salgado detuvo hace ya una semana a la funcionaria bonaerense Alesia Abaigar, quien permanece en el penal de Ezeiza a pesar de que en principio no se le imputa ningún delito grave. La jueza también tuvo detenida dos noches a la madre de Abaigar por tener la cédula azul del auto que aparece en el video. Este miércoles Arroyo Salgado también ordenó varios allanamientos en Quilmes y detuvo a otros cuatro militantes, incluida la concejal Eva Mieri.
Desde el peronismo están denunciando «persecución política» y «cacería de militantes» y ayer en el Congreso hubo una conferencia junto a dirigentes de izquierda y familiares para alertar sobre arbitrariedades de la jueza. «Están haciendo una barbaridad con estas detenciones, es un atropello, no es un hecho para tener gente detenida y menos en Ezeiza», dijo a LPO el abogado Diego Molea.
Fuente LPO
