En una versión acotada del asado con los 87 héroes que el año pasado blindaron el primer veto contra la recomposición de las jubilaciones, Javier Milei recibió en Olivos a un grupo de diputados de La Libertad Avanza y el PRO para torturarlos con un extenso monólogo con el que justificó los próximos vetos.
El presidente armó una reunión con Santiago Caputo, Martín Menem, José Luis Espert, Cristian Ritondo, Diego Santilli, y una pequeña comitiva de diputados libertarios y del PRO, los más cercanos al gobierno. También hubo un representante de los radicales con peluca, el neuquino Pablo Cervi.
La reunión comenzó pasadas las 20 y los invitados tuvieron que dejar sus celulares antes de entrar, para evitar que quedara algún registro fílmico incómodo y, sobre todo, para que no se distrajeran con una extensa exposición que aburrió a varios. No esperaban que el registro fílmico incómodo llegara cerca de la medianoche.
Según contó Clarín, el monólogo de Milei se extendió durante más de dos horas en las que los asistentes sólo fueron convidados con un vaso de agua. La esperanza de que de un momento a otro aparecieran mozos con bandejas con asado como el del año pasado se fue diluyendo a medida que pasaban los minutos y ni siquiera se sentía el olor a leña.
Recién alrededor de las 23 el presidente advirtió que tenía a los invitados con el estómago vacío. «¿Ah, tienen hambre? Ahora pido las empanadas», les dijo a los hambrientos, que se miraron con resignación. «Tres empanadas», bromeó uno de los héroes en alusión a la mítica escena de Luis Brandoni y Juan Carlos Tenuta en Esperando la Carroza (1985).
Las empanadas llegaron cerca de la medianoche, cuando el hambre ya se había transformado en angustia. Mientras los legisladores se abalanzaban sobre la comida, Milei los sorprendió con un postre amargo: los hizo ver la película Homo argentum (2025), que en los cines se estrena este jueves y en la que Guillermo Francella interpreta a 16 personajes que se supone representan la argentinidad.
Más allá de las opiniones sobre el film de Mariano Cohn y Gaston Duprat, el problema para los diputados era la hora: se terminaron yendo de Olivos pasadas la una y media de la madrugada. Algunos, como la bullrichista Silvana Giúdici, tenían que trabajar temprano este miércoles en la reunión de la Comisión de Salud que comenzó a las nueve. Otros la pasaron peor: tuvieron que dar explicaciones en sus hogares.
Fuente Lapoliticaonline
