

Los diputados Maximiliano Ferraro y Oscar Agost Carreño decidieron organizar una reunión para este martes con otros legisladores opositores que integran la comisión investigadora por la estafa Libra, ante la posibilidad de que venza el plazo sin que se emita un solo informe o dictamen. «En 15 días se cae la comisión y va a ser un papelón», admitieron en un despacho opositor ante LPO.
En efecto, la resolución que aprobó la Cámara Baja el pasado 8 de abril establecía en su artículo 10 «un plazo de tres (3) meses, a contar desde la constitución de la misma, para la producción de sus informes, dictámenes y conclusiones». «Una vez agotado el objeto de la investigación, o transcurrido el plazo máximo fijado, y dentro de los 30 días corridos, (la comisión) debe elevar un informe final detallando los hechos investigados y los resultados obtenidos», completa el texto que votaron por la afirmativa 128 legisladores, contra 93 que lo rechazaron y siete que se abstuvieron.
Si bien los tres meses de corrido se agotarían este martes, un miembro de la comisión calcula que el plazo se extinguiría el 15 de julio, mientras que otros lo estiran hasta fin de mes. La imprecisión es parte de la discusión.
Al respecto, Ferraro plantea que «la comisión nunca se constituyó». «Los plazos no corren porque, al no haberse designado autoridades, establecido días y horarios de reunión y dictado su propio reglamento, la comisión no pudo cumplir ninguna de las tareas para las que fue creada», agrega.
Su razonamiento choca contra la voluntad de los aliados del oficialismo. En la última cita de la comisión, cuando desfilaron una serie de expositores a los que invitaron sus miembros, la radical Soledad Carrizo insinuó: «Con esto, ya estamos, cumplimos».
Por eso, Ferraro y Agost Carreño activaron las alertas para sostener el compromiso con la investigación contra los artilugios Martín Menem, quien pisó sistemáticamente el funcionamiento de la comisión con la anuencia de la fracción kirchnerista del bloque de UP.
Un diputado peronista confirmó a LPO un episodio muy significativo. El libertario Nicolás Mayoraz llamó el último viernes por teléfono a uno de los peronistas que más lo irrita en recinto, con críticas al gobierno por empantanar la comisión. «¿Vos hablaste con Germán Martínez?», preguntó el santafecino y, ante la negativa de su interlocutor, explicó: «Porque Germán y Martín arreglaron que no se haga nada con esto hasta agosto».
De hecho, la neutralización política del cuerpo que debe indagar acerca de la responsabilidad de Javier Milei y su entorno en la promoción de la estafa quedó plasmada cuando el peronismo concedió que el secretario Parlamentario de la Cámara, Adrián Pagán, oficiara de «coordinador» de la comisión. Pagán es un empleado de larga trayectoria en el Poder Legislativo pero ahora es el soporte técnico de Menem.

Ese consentimiento del kirchnerismo se produjo después de tres horas de un debate inconducente en la sesión del 4 de junio pasado, cuando se aprobó el aumento de las jubilaciones y la restitución de la moratoria. Durante ese lapso, Ferraro, los radicales de Menem y un sector del peronismo intentaron sortear las trabas de Menem y Silvana Giudici, hasta que se votó un cuarto intermedio y, detrás de las cortinas, la mayoría de los presidentes de bloque acordaron ungir a Pagán al frente de la comisión cripto. Una decisión muy funcional a los hermanos Milei, a quienes desvela el caso Libra.
La definición generó reproches cruzados en UP. «Antes del cuarto intermedio estábamos peleando por poner un presidente opositor en la comisión, volvimos del cuarto intermedio y votamos a Pagán como presidente», se quejaba un peronista.
El grupo de legisladores que responde a La Cámpora alegó que fuera del Congreso se estaba produciendo una movilización multitudinaria, en defensa de los jubilados, y había que avanzar con el temario. La Coalición Cívica y los diputados de izquierda no participaron de ese acuerdo.
Las sospechas de un entendimiento entre el kirchnerismo y los libertarios volvieron el miércoles pasado, en medio del oportuno show que montaron las diputadas Paula Penacca y Florencia Carignano con José Luis Espert y Juliana Santillán. Como reveló LPO, en Diputados se comentaba que la coreografía de «la pelea» estuvo pautada de antemano. «El objetivo era pudrirla para que se levante la sesión», confió un diputado macrista que, 15 minutos antes, anunció: «primero se levanta el kirchnerismo y después nos vamos nosotros».

La comisión investigadora fue una prenda de negociación entre La Cámpora y los libertarios, para que el PRO no lograra la aprobación del proyecto de Fiche Limpia que impedía ser a Cristina candidata. La confirmación de la condena contra la expresidenta en la Corte Suprema barrió con el saldo positivo de aquella táctica para el peronismo.
Sin embargo, un senador cristinista admitió a LPO que el kirchnerismo mantiene una línea de díalogo con el Gobierno, ahora con la idea de abrir una negociación, después de las elecciones de octubre, para ampliar la Corte Suprema.
Fuente LPO