

El peronismo terminó apoyando en la madrugada de este jueves la moción para entregarle el control de la comisión investigadora del criptogate a Martín Menem, después de un acuerdo con los pichettistas, los radicales de Facundo Manes y el riojano.
El resultado representó una durísima derrota para la oposición, que consumió las primeras tres horas de la sesión de este miércoles tratando de imponer el presidente de la comisión pero terminó regalándole su conducción al oficialismo. «No nos dio el número, no sé, no entiendo por qué no podíamos poner a votar y ya», dijo uno de los opositores duros, disconformes con el saldo.
La impotencia del kirchnerismo, la izquierda y los legisladores del centro envalentonó a los libertarios. Gabriel Bornoroni hasta se atrevió a plantearles a sus adversarios que pondrían de presidente al macrista Martín Maquieyra, un despropósito mayor si se considera que el PRO votó contra la comisión investigadora junto a LLA.
Por eso, el diputado Oscar Agost Carreño pidió, a las 2:06 de la madrugada, que se convoque a la comisión por la estafa Libra para el martes 10 de junio «en virtud del acuerdo político arribado», casi 12 horas después de una discusión encarnizada y un cuarto intermedio entre los presidentes de bloque con Menem. El legislador cordobés postuló entonces al secretario parlamentario de la Cámara, Adrián Pagán, como «coordinador» de la comisión creada para indagar en las responsabilidades políticas de Javier Milei y su entorno, algo que generó ruido incluso entre los diputados que integran las bancadas que suscribieron el pacto.
La votación se realizó a mano alzada y, en menos de dos minutos, se destrabó un debate que había amagado con dejar sin quórum la sesión y sin media sanción a los proyectos de materia previsional. Todos los bloques acompañaron, a excepción de la izquierda y la Coalición Cívica: tanto Christian Castillo como Maximiliano Ferraro se manifestaron en contra.
El líder del bloque que responde a Elisa Carrió se mostró comprensivo con «la buena voluntad de muchísimos diputados» pero consideró problemático que no se resuelva «la cuestión de fondo», en referencia al rol que le corresponde al Congreso como contralor del Poder Ejecutivo. «Es la nada misma, servirá solo para informativa y, hasta que no tenga autoridades, la comisión no está en funcionamiento», explicaron a LPO desde el entorno del lilito.

El acuerdo incomodó también a los radicales de Democracia Para Siempre, que responden al neurocirujano Manes. Mientras que varios legisladores de ese grupo consideraban que «se rifaba la comisión», otros argumentaban que, aún con Pagán como coordinador, la comisión «por lo menos seguía viva».
Dentro del peronismo también hubo voces disonantes. «Hay que ir a la modificación de la integración», dijo uno de los miembros de UP a LPO.
Curiosamente, Menem usó esa excusa para negarles a sus adversarios la moción para nombrar presidente en el recinto, cuando los mandaba a volver a presentar un proyecto de creación de comisión investigadora. El otro camino que habilitaba era el de votar un apartamiento del reglamento con tres cuartas partes de los presentes y promovieran sobre tablas con dos tercios de los diputados los cambios que buscaban. Juntar esas voluntades era imposible.
Ante el encierro, Agost Carreño actuó de nuevo como articulador de los consensos y explicó los términos del acuerdo, en plena madrugada: «Voy a mocionar que se convoque a la comisión investigadora por la estafa Libra y que se faculte al secretario parlamentario de la Honorable Cámara de Diputados, doctor Adrián Pagán, a que oficie de coordinador para llevar adelante las reuniones». También planteó que sea el hombre que asiste a Menem en el manejo de las sesiones quien «en su calidad de coordinador recepte de cada uno de los bloques que integran la comisión hasta tres propuestas de invitaciones para la reunión informativa y curse las diligencias correspondientes».
La primera reunión sería el próximo martes 10 de junio, a las 16, y allí sistematizarían las solicitudes de cada bancada. La reunión informativa sería el 25 de junio.
LPO había adelantado el pacto que terminó consumándose a las 2:06 de la mañana, cuando la oposición parecía desnortada.

Durante el cuarto intermedio de la tarde, Pichetto propuso una suerte de «triunvirato» ante la imposibilidad de que hubiera un presidente que superase el empate en las votaciones para designar autoridades en la comisión. El rionegrino imaginó que podía administrarse la investigación con dos vicepresidentes, uno a propuesta del oficialismo y otro de la oposición, y un secretario. «El problema es quién pone al secretario que desempata», decían los radicales de Rodrigo De Loredo.
Esa idea de Pichetto, sin embargo, habría contado con el apoyo de Pablo Juliano, líder del bloque de Manes, y hasta pudo haber contado con el respaldo del kirchnerismo. «No era descabellada porque planteaba algo parecido a la comisión de DNU en tiempos de Diana Conti y Luis Naidenoff pero no se soluciona el problema de 14 a 14 para tomar decisiones», comentó a LPO una diputada de UP.
Fuentes parlamentarias deslizaron ante LPO que un grupo de diputados del peronismo, el radicalismo y el pichettismo disconformes con el acuerdo alcanzado planteaban una nueva iniciativa. «Están tan soberbios que Menem quería que votemos dos presidentes», graficó uno de ellos.
La bronca llegaba hasta los bloques pequeños. «Trajeron el tema a una sesión otra vez pero super improvisados, para acoplarse a temáticas sobre las que había un consenso, y terminamos en un papelón», señalaron.
Fuente Lapoliticaonline