
A medida que las mujeres superan los 60 años, la atención hacia hábitos sencillos y saludables se convierte en un factor clave para mejorar su calidad de vida y aumentar la esperanza de vida.
Las mujeres después de los 60 años pueden beneficiarse al incorporar actividades en su rutina, como contar los pasos al caminar. Según Harvard, esta práctica ayuda a mantener un buen nivel de actividad física a medida que envejecemos.
Se recomienda que las mujeres mayores de 60 años caminen entre 6.000 y 10.000 pasos al día; sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) enfatiza en la importancia de la calidad y la intensidad del ejercicio más que solo en la cantidad.
Un reciente estudio de la Universidad de Harvard, realizado por investigadores del Brigham and Women’s Hospital y publicado en JAMA Internal Medicine, analizó a más de 14.000 mujeres sanas de más de 62 años y demostró que el uso de dispositivos contadores de pasos puede ser tan efectivo para mejorar la salud como la medición tradicional del tiempo de actividad física.
Cada movimiento cuenta: desde caminar entre 4.000 y 10.000 pasos hasta realizar actividades diarias como hacer trámites, moverse por la casa o elegir caminar en vez de tomar transporte público.
Según el estudio mencionado en The Harvard Gazette, que reunió datos durante nueve años, se observó que niveles más altos de actividad física, ya sea midiendo el tiempo de ejercicio o contando pasos, están ligados a una significativa reducción en la mortalidad y las enfermedades cardiovasculares.
De hecho, las mujeres más activas en el estudio presentaron un riesgo de mortalidad entre un 30 y un 40% menor en comparación con las menos activas.
Una de las conclusiones del estudio afirma que «el movimiento es diferente para cada persona, y casi todas las formas de movimiento son beneficiosas para nuestra salud«, señala Rikuta Hamaya, investigador de la División de Medicina Preventiva del Brigham and Women’s Hospital.
Fuente El Cronista