
Bajo la protección que les ofrece Claudio Otero, director de línea, las autoridades de los centros de contención han incurrido en diversas irregularidades que afectan al personal, los internos y los recursos de las instituciones. A modo de ejemplo, analizaremos dos casos ocurridos en un centro ubicado al sur del conurbano, bajo la dirección de Alejandra Brunetti y la subdirección de Silvia Alejandra Villagra, que evidencian situaciones que oscilan entre lo absurdo, lo grave y lo tragicómico.

Viviana Arcidiácono, Alejandra Brunetti y Silvia Alejandra Villagra.
En primer lugar, la subdirectora Villagra se vio envuelta en un episodio que refleja la falta de ética que impera en la gestión. Ante las burlas constantes de los jóvenes internados, quienes acusaban a su esposo, Juan Pablo Villalba, también empleado del centro, de robar mercadería, Villagra decidió tomar medidas para evitar que los rumores trascendieran. En lugar de abordar el problema de manera adecuada, la directiva habría optado por culpar a un empleado que consideraban incómodo, debido a que este no participaba de prácticas poco transparentes. Un mes después de los hechos, Villagra presentó una denuncia penal sin pruebas ni testigos contra dicho trabajador, quien fue rápidamente trasladado a otra institución con el respaldo de Otero, bajo el pretexto de la falsa acusación.
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A pesar de que testigos presenciales afirmaron que el empleado no había cometido ningún delito, la situación continuó sin consecuencias para los responsables, mientras el trabajador quedó señalado injustamente y fue trasladado.
Este tipo de abusos ilustra el grado de sometimiento que enfrentan los empleados de estos centros, quienes se ven atrapados entre la injusticia y el temor de perder su sustento si deciden denunciar la realidad que se vive en el Organismo Provincial de la Niñez y Adolescencia (OPNyA).
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El segundo caso involucra directamente a la directora Brunetti, quien estuvo al frente del proyecto que ganó el programa “Decisión Joven” en 2023, impulsado por la provincia de Buenos Aires para premiar iniciativas que promuevan la integración de jóvenes al mundo laboral. El centro ubicado al sur del conurbano fue galardonado por su proyecto de barbería solidaria, que supuestamente iba a capacitar a los jóvenes para ofrecer servicios de peluquería en instituciones de bajos recursos. Sin embargo, los 600 mil pesos del premio fueron depositados en la cuenta personal de Brunetti y el proyecto, hasta la fecha, no se ha implementado.