
Luego de alcanzar niveles mínimos históricos en las últimas dos décadas, la caída del consumo masivo comenzó a desacelerarse, favorecida en parte por la moderación en el aumento de precios.
La conclusión pertenece al último informe de NielsenIQ, la compañía líder en inteligencia del consumidor, sobre las tendencias de consumo en Argentina correspondientes al bimestre mayo – junio de 2024.
El estudio muestra que en los dos últimos meses del semestre el consumo general promedio bajó un 15,5% interanual, tras una caída de 18,9% en el primer bimestre y de 19% en el segundo.

Este fenómeno se ha observado en todas las familias de productos, con el rubro bebidas mostrando la mejor performance al pasar de una caída del 24% a comienzos de año a una del 17% en el bimestre. Sin embargo, los productos más prescindibles, como electrodomésticos y tecnología, han experimentado caídas aún más pronunciadas, duplicando las registradas en productos de consumo masivo.
Transformación de los canales de compra
Los autoservicios y canales tradicionales han sido los principales motores de esta desaceleración en el consumo, mientras que los supermercados han registrado una mayor caída, influenciada por su alta base de comparación. Por primera vez en cuatro años, los autoservicios comienzan a recuperar terreno, siendo una alternativa más económica frente a los supermercados.
Marcas Económicas y Privadas: Opciones Predominantes
El 55% de los argentinos opta por comprar marcas más económicas o marcas propias de los supermercados. Aunque la búsqueda de precios sigue siendo relevante, comienza a verse una recuperación de las primeras marcas, especialmente en alimentos y bebidas, lo que refleja una polarización del consumo.
Los consumidores siguen eligiendo comprar en la cercanía a su hogar y con tickets bajos donde no superan las 5 unidades en el almacén o las 7 en el supermercado. El desembolso promedio por visita ronda los $7.750 pesos en el primero, y los $9.800 en el segundo, siendo un gasto bastante similar entre ambos canales.
Perspectivas y futuro del consumo
El primer semestre de 2024 ha sido uno de los más complejos en términos de consumo masivo desde la crisis de 2001. El 60% de la población pertenece al nivel socioeconómico bajo, con un 48% por debajo de la línea de pobreza. A pesar de esta situación, la desaceleración en la caída del consumo y la reducción en la magnitud de los incrementos de precios sugieren que podría iniciarse un camino hacia la recuperación en 2025, con un crecimiento proyectado del 5.1%. Si bien se proyecta una recuperación hacia 2025, esta no llegará a los niveles de 2023.
Actualmente, la situación de consumo muestra un contexto similar al de 2005/06. La proyección para 2025 estima una recuperación que nos deja situados en un nivel de consumo similar al de pandemia. En otras palabras, la pérdida de poder adquisitivo que se ha sufrido en Argentina, no se recuperará rápidamente, sino que se dará de forma lenta y paulatina y que podría extenderse por al menos dos años, siempre y cuando la economía se mantenga estable”, concluye Javier González, Líder Comercial de NIQ Argentina.
Fuente MDZ