
La UCR es la llave que tiene Javier Milei para que este miércoles la Cámara de Diputados no rechace su veto a la reforma previsional. Al sector que pide insistir sólo con una parte de la ley se sumó este lunes una renuncia y cuatro ausencias que sepultan las chances de alcanzar dos tercios para ratificar la versión completa.
En este escenario, tampoco quieren quedar enfrentados a Milei los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza) y Gustavo Valdés (Corrientes) y podrían sumar votos para negociar una salida intermedia.
En LLA hay confianza ciega de sostener el veto, porque sumarán votos del PRO que estuvieron ausentes en junio y se beneficiarán de los conversos y las bancas vacías de quienes ese día apoyaron la reforma. De esa manera llegarían con facilidad a un tercio de los presentes.
La UCR se dobla
Como explicó Letra P, el Gobierno contabiliza a ocho integrantes del bloque radical que no están dispuestos a rechazar el veto, pese a que en junio votaron a favor del proyecto.
De la lista libertaria se bajó un nombre este lunes: el tucumano Roberto Sánchez anunció que ratificará la ley, a diferencia de su coterráneo, Mariano Campero, quien en la reunión de bloque del martes pasado anunció que aceptaría el veto. Internas locales.
Campero fue el primer radical que anunció su conversión, pero no el único: Soledad Carrizo y Luis Picat (Córdoba), Pablo Cervi (Neuquén), Martín Arjol (Misiones), Roxana Reyes (Santa Cruz) y Francisco Monti (Catamarca) también hicieron saber en el bloque que no quieren insistir con el proyecto que votaron.
Plantearon la opción de una insistencia parcial, que consistiría en revitalizar sólo algunos artículos de la ley, como el aumento del 8,1% retroactivo a abril y desechar otros como el piso mínimo (9% por encima de la canasta básica), el aumento anual por variación salarial y la asistencia a las cajas previsionales de la provincias.
Esta alternativa sigue vigente porque para el jefe de la bancada, Rodrigo De Loredo, puede unir a su bloque. Pero no encuentra adeptos en el recinto, debido a que el PRO se plegó al rechazo con LLA, después de la cumbre en la Casa Rosada. Es por eso que la reunión de bloque radical de este martes llega con final abierto.
Si nadie tiene números para salirse con la insistencia total o parcial y la única salida intermedia sería pedir un pase a comisión. Está en estudio. Para rechazar un veto presidencial se requiere el aval de dos terceras partes de ambas cámaras del Congreso. En el Senado ese número es más fácil de alcanzar para la oposición.
Partidos provinciales, al teléfono
El problema de pedir un pase a comisión es que el radicalismo necesitaría una mayoría que no tiene. De lo contrario, podría ponerse a consideración el veto, con las únicas opciones de aceptar o rechazar. Para evitar ese dilema, muchos radicales que votaron a favor en junio no quieren ir. Así le sumarían al Gobierno sin dar la cara.
Los partidos provinciales son los otros árbitros de la sesión, con más de una decena de votos decisivos que en junio avalaron la reforma. Se trata de representantes de Misiones, Salta, Río Negro, San Juan, Santa Cruz y Neuquén, que ya hizo saber que insistirá con la ley, a través de Osvaldo Llancafilo.
El resto no habló, a la espera de alguna definición de sus jefes. “Votar a favor del veto no es una opción, pero siguen evaluando otras alternativas en caso de abrirse una negociación”, confirmó a Letra P una diputada de trato diario con su gobernador. Los llamados no llegan porque para el Gobierno el pleito está cerrado con la ayuda del radicalismo. Alcanzan para que el veto quede firme. Y no piden plata.
Fuente Letra P
Quiero que bajen gastos desayunos en casa rosada ( disparate )
Pasajes aéreos subieron 35% achicar c/u que se lo pague
Estor cansada de ajustarme llego hora de que ajusten los arriba