Guillermo Francos, y Mauricio Macri se convirtieron en un dúo de aliados impensados después de lo que fue el inicio de la gestión de Javier Milei. El jefe de Gabinete pasó de ser el responsable de «las promesas no cumplidas», según el expresidente, a la rueda de auxilio de la relación LLA-PRO ante el enojo de Santiago Caputo.
Mauricio Macri y Guillermo Francos con el mismo objetivo
El ministro mileísta y el líder del PRO son los únicos que defienden puertas adentro de sus espacios la necesidad de avanzar en acuerdos. Pero sus velocidades son diferentes y también sus formas. Mientras el jefe de Gabinete apuesta a consolidar su rol de «solucionador» de los problemas del Gobierno, el expresidente se perfile como quien pone condiciones para cualquier acercamiento a LLA para así mantener la identidad del PRO. Sus papeles se complementan.
En los albores de la gestión de Milei, el entonces ministro del Interior se ganó enseguida el enojo de Macri: el expresidente lo acusó de motorizar un acuerdo entre la LLA y el peronismo no K cuando pretendía nombrar a Florencio Randazzo como titular de la Cámara de Diputados.
Macri pasó del enojo a los elogios hacia Francos
El malestar de Macri con «la pata peronista» de Milei fue escalando y explotó con el desembarco en la administración libertaria de Daniel Scioli. De acuerdo a la mirada que tienen en LLA, ese enojo derivó en la puesta en marcha de un operativo macrista para desgastar al jefe de Gabinete, con un río de versiones y trascendidos. Pero, a medida que escaló el enfrentamiento entre el titular del PRO y asesor presidencial, el jefe de Gabinete comenzó a ser visto de otra manera por la tropa amarilla.
«Francos es el principal beneficiario de la pelea que Mauricio tiene con (Santiago) Caputo. Hay que ver si Milei toma una decisión al respecto de esa dinámica», analizó un integrante de la mesa chica del expresidente. Sin decirlo abiertamente, en el PRO ven con mejores ojos que el jefe de Gabinete sea el interlocutor designado por el Gobierno. En teoría, Milei había entronizado a su asesor.
Los elogios de Macri a Francos pueden tener otra lectura: que sea una mancha venenosa. Quienes conocen la forma en la que se ordena LLA tienen claro que la única forma de que alguien ingrese a una lista negra es si se pelea con Caputo o con la secretaria General, Karina Milei. Un sector del mundo liberal empezó a sospechar de las intenciones del macrismo no son buscar un enfrentamiento entre el jefe de Gabinete y el asesor presidencial para que el primero caiga en desgracia.
Teléfono descompuesto entre Ritondo y Caputo
Una de las primeras cuestiones que Milei y Macri acordaron en la primera cena que compartieron fue que Cristian Ritondo y Santiago Caputo serían los brazos ejecutores del acuerdo macro. Sin embargo, el asesor presidencial evita comunicarse con el jefe de bloque del PRO en Diputados, rumiando bronca por el rechazo PRO al DNU que le otorga $100 millones de fondos reservados a la SIDE. Ahí entró a la cancha Francos: el jefe de Gabinete convocó al legislador para una cita el lunes en la Casa Rosada. El diputado amarillo le llevará la queja de su partido pro la modificación a la ley de acceso a la información pública.
En la previa, Francos planteó que iban a revisar los pedidos de la oposición, pero nunca sostuvo que se harían cambios. En la misma sintonía, espera que el PRO acompañe el veto presidencial a la reforma previsional en Diputados. Por pedido de Macri, esa postura fue debatida en una reunión que presidió Ritondo esta semana y que terminó con un resultado unánime: no acompañarán a la UCR, la CC, Hacemos Coalición Federal y Unión por la Patria.
Francos también elogia a Macri
La necesidad de Macri de mostrarse abierto para negociar con Milei y LLA choca de frente con el objetivo de Caputo de absorber electoralmente al PRO. Por eso el expresidente recurre a elogiar en privado a Francos.
Ni lento ni perezoso, el ministro coordinador también aprovecha este escenario para mandar mensajes de paz. «Si el expresidente Macri dice que falta gestión o coordinación, puede ser que falte coordinación», dijo Francos la semana pasada en una entrevista a LN+. «A lo mejor en este trabajo de estos días no hemos estado demasiado coordinados o nos ha sido más dificultoso poder llegar a acuerdos como lo habíamos llegado en la Ley Bases», agregó.
La autocrítica de Francos demostró otro punto de coincidencia con Macri, uno que el expresidente le dijo a Milei cara a cara. «Javier, vos tenés que conducir también a los diputados del PRO», fue la frase. El mandatario tomó nota de eso.
