
El 6 de octubre está a la vuelta de la esquina y la UCR lo sabe. Las hojas del calendario 2024 caen al mismo tiempo que la dirigencia boinablanca busca acercar las posiciones de las cuatro vertientes que tienen representación en Buenos Aires para elegir al sucesor de Maximiliano Abad, que hasta esa fecha será el presidente del comité bonaerense.
La danza de nombres
Abad, imposibilitado de ir por la reelección, querrá colocar allí a alguien de su espacio. Para ello circulan algunos nombres, pero pisa fuerte el del exintendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, quien fuera candidato a vicegobernador por Juntos por el Cambio (JxC), acompañando a Néstor Grindetti en la boleta. El hombre reúne el consenso de la mayoría de los intendentes -al menos 20- y de buena parte del bloque que conduce Diego Garciarena, dirigente de Abad en la cámara baja provincial.
A pesar de que las fuentes consultadas por este medio se resistan a soltar más apellidos, las figuras de la diputada Karina Banfi y el legislador Fabio Quetglas también sonaron, aunque correrían de atrás. En el bloque bonaerense de Garciarena conviven dos referentes de Lousteau: Pablo Domenichini y Belén Malaisi.
A qué juegan Gustavo Posse y Facundo Manes
El possismo está jugando un rol distinto al de años anteriores, cuando se mostraba fuerte y hasta compitió en la interna enfrentando a Abad. Con un puñado de intendentes que responden al histórico dirigente de San Isidro y un armado territorial en la Primera sección electoral de la mano de el exlegislador Walter Caruso. Entendiendo que la prioridad será la reconstrucción en los distritos que sufrieron un duro golpe en 2023, inició conversaciones con la línea Abad para llegar a un acuerdo electoral.
El interrogante pasa por saber si Manes, que considera que el radicalismo debe ser autónomo y no colocarse detrás de otra fuerza política, decidirá jugar por la conducción partidaria o militará esa postura desde afuera. Hace un par de semanas, organizó un acto en la universidad de Lanús, donde habló de amalgamar posiciones con sectores de centro. Hasta hubo peronistas que se animaron a militar ese acto y a proponerlo como una alternativa para 2027. El diputado cree que no existe la renovación del partido con continuidad y que es momento de dar el volantazo para recuperar el rol que necesita la UCR.
El neurocientífico confía más en el feeling que tiene con la sociedad que en el armado partidario que pueda liderar. Se considera un outsider –aunque ingresó a la política ya hace tres años- que llegó para cambiar las cosas abandonando la mirada egocéntrica de la política.
Dicen que las cosas con Abad se tensaron porque Manes emprendió una marcha nacional que no tuvo su correlato en la provincia, que decidió ir detrás de otra fuerza. El doctor cuenta con un bloque en la Legislatura de seis diputados que conduce el platense Claudio Frangul, más su ladero en el congreso, Pablo Juliano.
Quienes están militando fuertemente la unidad son los intendentes, que a través del foro que los nuclea, vienen reuniéndose una vez por mes para abordar las problemáticas que los unen y pensar un espacio que tenga una voz autónoma, que sea escuchada en el partido. Este sector tiene mayoría de abadistas, pocos possistas y manistas, y una lustosista.
Fuente Letra P