
Mauricio Macri está de regreso. Tras asumir la conducción del PRO, el expresidente impulsa un operativo para limpiar del partido que fundó todo rastro de impronta de quién -en los papeles – lo había conducido hasta ahora: exsocia y ministra libertaria, Patricia Bullrich, que sin disimulo impulsa una fusión amarilla con La Libertad Avanza.
Otro nombre que evitó ser mencionado en la charla fue el de Diego Santilli, quien en principio estaba invitado, pero por cuestiones de agenda en la Cámara de Diputados no asistió a la convocatoria de Macri. “El Colo bajó un cambio”, grafican a Letra P en la mesa macrista, ante las reiteradas muestras de apoyo al Gobierno del excandidato a gobernador.
Bullrichistas, ¡afuera!
La postura de Santilli, que lo asemeja casi a un libertario más, responde a su intención de ser el candidato de la convergencia en 2025, lo que Macri observa como peligroso por la imposibilidad de su partido de no poder volver a ser oposición si al Gobierno le va mal. Otro nombre que tampoco se mencionó fue el de Horacio Rodríguez Larreta.
El exjefe de Gobierno porteño pasó al ostracismo macrista tras la dura derrota en la interna que protagonizó con Bullrich el año pasado. Está afuera de todo tipo de decisión partidaria.
Más allá de estos casos puntuales, la línea de dirigentes convocados excluyó a todo dirigente con bullrichismo en sangre, por lo que no estuvieron dirigentes como Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, ni el operador de la ministra, Pablo Walter. Macri sabe que comparte buena parte de su electorado con Milei, por lo que el desafío será diferenciarse del libertario apostando a las raíces del PRO que, entiende, se desdibujaron en los últimos años.
Sobre la segunda mitad del encuentro, el anfitrión trazó dos ejes más que resonaron fuerte: verticalidad y las nuevas caras. El expresidente entiende que cuando se corrió de la conducción del partido para darle paso a Bullrich, el PRO diversificó demasiado sus vocerías en sus distintas expresiones. La entonces presidenta partidaria, Vidal y Larreta formaban un coro demasiado amplio que no entonaba la misma melodía. El antídoto, según Macri, es la verticalidad: ahora manda él. Por otro lado, el borrador anota varios apellidos nuevos, para ofrecerle al partido una renovación de rostros y de gestión. Es decir, ofrecer a la opinión pública dirigentes que vuelvan a representar lo que alguna vez fue el PRO.
Las caras de la renovación del PRO
Allí aparecen Soledad Martínez, intendenta de Vicente López que trabaja hace mucho en el espacio pero que cobró notoriedad recién cuando Jorge Macri abandonó el sillón municipal y se mudó a CABA. Ahora, además, es la vicepresidenta del partido. Otro nombre es el de Ramón Lanús, el jefe comunal de San Isidro que destronó al clan Posse y que se reunió con Macri el lunes. Según le contaron a Letra P fuentes de ese distrito, el expresidente y el alcalde habían mantenido una reunión por Zoom los días previos y concretaron el encuentro para hablar de proyectos y planes de gestión.
La idea de Macri es armar una liga de intendentes y referentes territoriales del PRO para volver a escuchar de primera mano las necesidades de la sociedad. El puntapié inicial será la semana que viene en Saladillo, donde se reunirá con referentes de la Séptima sección electoral. Tras ello, “vamos a hacer la presentación pública del partido y las nuevas autoridades, después de la aprobación de la ley de bases”, confirmó Martínez al finalizar el encuentro.
Fuente Letra P